Descubre la versatilidad gastronómica del cerdo chileno: cortes gourmet, clásicos parrilleros y piezas tradicionales perfectas para preparaciones lentas, intensas, rellenas o desmechadas, con sabor auténtico y texturas únicas que encantan al paladar.
Utilizada para caldos intensos y recetas tradicionales.
Grasa noble ideal para curados y sabores intensos.
Jugoso, perfecto para hornear o cocer lentamente.
Corte marmoleado, ideal para la parrilla.
Versátil para guisos, estofados o desmechados.
Infaltable en barbacoas por su sabor y textura.
Corte con gran sabor, ideal para braseados.
Corte magro, excelente para asar o freír.
Tradicional, perfecto para rellenos y al horno.
Tierno y magro, ideal para preparaciones gourmet.
Ideal para sopas tradicionales, aporta sabor y textura.
Usada para caldos concentrados y recetas caseras
Corte firme, excelente para horno o plancha.
Ideal para asados, textura firme y jugosa.
Magra, ideal para trozos o desmechada.
Versátil, apta para cocción lenta o al horno.
Más firme, buena para guisos prolongados.
Graso y sabroso, excelente para embutidos.
Tierno y jugoso, especial para cocciones largas.
Tradicional en platos festivos y populares.
La carne de cerdo destaca por su aporte de proteínas de alta calidad, hierro para un cerebro saludable, zinc que fortalece el sistema inmune y vitaminas B que aumentan tu energía. Un alimento ligero, fácil de digerir e ideal para todas las edades.
Rico en proteínas de alta calidad
Fuente natural de potasio.
Contiene fósforo para huesos fuertes.
Aporta zinc, clave en el sistema inmune.
Rico en hierro para el desarrollo cognitivo.
Alta en vitaminas B1, B3, B6 y B12.
Contribuye al metabolismo energético.
Bajo en sodio.
Fácil digestión.
Ideal en todas las etapas de la vida.